Ella lo padece.
*
Ahora mismo por mis piernas tengo un montón
de marcas rojas y un poco de sangre. Claramente: son el resultado de mis uñas
sobre mi piel. Me pican esas marcas. Me pican más en la zona donde terminan las
calcetas, un poco antes de las rodillas. Me pica la cintura. También, las
costuras del sujetador. Los hombros y al final de la espalda. La cara no me
pica pero el cuello, a veces. Que nadie me hable del pelo. Ya me estoy
rascando. Nada me alivia: ni las cremas, ni el calor. Las sábanas frescas, un
poco. Me pica todo. No lo digo. Me rasco sin los dedos, con un bolígrafo, con
un tenedor. Me rasco sin rascarme. Todavía tengo sangre.
*
Tú, ahora, también.