Folclórica digital
Nacida en los noventa
Con residencia fija en Europa
Pregúntale por la infinitidumbre de internet, por su antiguo pelo largo y por si su abuela entiende su forma de vida. Esos son los tres pilares de la entrevista. Al menos, así la fundamentaría yo. Para completar, pregúntale si le da pena ver las fotos de sus amigos en Facebook celebrando el día del bando. Que si se ve en algún otro momento de su vida que no sea la jubilación viviendo en Murcia. Que si, de hecho, se ve jubilada en Murcia. O si entiende el concepto de jubilación en este siglo. Ve profundizando según diga que sí en un momento o en otro.
No le preguntes por si quiere tener hijos. Hazme caso. Pregúntale si el 'ramen' del chino de cerca de La Merced sabe al original que habrá probado en Tokio, que tienes curiosidad.
No le preguntes por el videoclip, que es ya muy típico. No te va a decir nada de la artista, no por nada, si no porque en realidad no sabe nada. ¿Por qué Milán? ¿Por qué no París? ¿Por qué Osaka? El japonés suena a chino. Intenta saber cuál es el último libro que leyó y cuál es su autor favorito.
Pregúntale por cómo entiende el presente, cómo se muestra ante el futuro y si del pasado recuerda algo y, en tal caso, si lo cambiaría. Ya sé qué es típico, pero así vas a poder aportar el matiz, por teléfono desde Japón.
Dile que si todavía se acuerda de la contraseña de su cuenta en esa plataforma de preguntas anónimas e identificadas, y si sabría decir cuántas preguntas le quedan por responder. Que si piensa algún día contestarlas o si va a cerrar la cuenta. Comprueba antes que la tenga abierta. Pregúntale por qué tanto fuego en sus gifs de Tumblr. Que te explique cómo fluye. Cuando sintió que explotó su fama, es decir, que no había vuelta atrás para que nadie la conociera, si es que eso algún día fue posible.
Pregúntame: tienes alguna pregunta. Pregunto.
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