Vengo
para irme. Vuelvo para avisar de que os habéis dejado la plancha encendida. De
que el ventilador mueve el aire y no hay nadie. Las persianas están subidas. El
sol ilumina la habitación y la lámpara también.
Aviso
del malgasto. De que habéis olvidado ver los dos últimos capítulos de esa serie
norteamericana y de que aún no hemos visto esa película todos juntos. Os
recuerdo que este verano no nos hemos bañado en su piscina y que tampoco hemos
ido a la playa. No hemos cumplido.
No
nos hemos tomado ningún helado, porque pasa frío por la garganta. Y me voy.
Sin
despedidas.
[Porque
tampoco nos gustan]